En el año 2007, estamos celebrando los 60 años de la publicación del Libro Papelucho. Es en este contexto que se han organizado variados homenajes, entre ellos, el estreno de la película "Papelucho y el marciano" (el libro se encuentra en la Biblioteca). En este mismo ámbito es que invitamos a todos los jóvenes de la EASV a participar en el Concurso "Papelucho quería contarte que" que Organiza el Ministerio de Educación de Chile, las Bibliotecas Escolares/CRA MINEDUC, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y y Educarchile. Las bases, con sus plazos y requisitos del concurso, las encuentran en la siguiente dirección web: http://200.55.210.205/Portal.Base/Web/verContenido.aspx?ID=133537 A modo de motivación, les invito a leer la carta que ya ha escrito a Papelucho el alumno Carlos Pizarro de 3er. Año Agrícola:Quimávida, 4 de julio de 2007.
Hola, Papelucho:
Soy un joven de 17 años que leyó algunas de tus historias cuando aún era un poco más pequeño, o sea, hace un par de años atrás. Particularmente encuentro que eres un niño bastante inquieto, algo parecido a como yo lo era a los 8 ó 9 años, lo mejor de tus relatos es lejos tu imaginación, ésa que hizo reír a mi madre cuando leyó una de tus historias. Sí, aquella en la que te fuiste de vacaciones y te encontraste con tu mascota, el Caupolicán. Cómo olvidar esa capacidad de deducir los problemas en el libro donde eras detective o algo por el estilo, ah, y cómo no recordar esa memorable pelea que tuviste en el internado con aquel compañero que vilmente se inmiscuyó en tu diario de vida, ése del que no te despegabas nunca. Sí, ése mismo del que se rescatan todas tus historias que tanto me hicieron disfrutar, cuando por recomendación de un compañero, me dispuse a leer.
¿Sabes? en este momento, al acordarme de todas tus anécdotas, tales como las que pasaste con tu hermana y con tus amigos, me da risa y casi ya no puedo seguirte escribiendo, pero sigamos: esta carta que te estoy enviando es para felicitarte por tus 60 años. A todo esto, ya estas un poco viejito, pero la fantasía y las travesuras continúan en mi memoria que se vuelve casi fotográfica cuando me pongo a recordarlas. Te digo que hubo momentos el los que me sumergí tanto en tus historias que a veces pensaba que eras un símbolo de justicia y perseverancia, sin siquiera saber todavía el significado de aquellas palabras… irónico ¿no?. Después de tanto tiempo, y ya conociendo el significado de estas palabras, tal vez no me lo creas, pero sigo pensando lo mismo. Sin mentirte, a veces me dabas envidia porque eras como tan liberal, todo era como en tu propio mundo, mezcla de autista y mezcla de genio. Algo incomparable fue cuando compartiste con tu amigo el marciano, el que en tu nave súper churumbélica tuviste que devolver a su planeta.
Pasando a otro tema, algunas veces trate de encontrarte el lado oscuro o la malicia, pero me fue imposible, si hasta tus travesuras la imitaba en casa, aunque no con tanta suerte como tú. Yo tenía que soportar los regaños que recibía y que aun recibo de mi madre… ufff, imagínate. ¿Sabes? ya me queda poco tiempo para seguir escribiéndote, así es que me despido de ti y hasta la próxima… Espero que me respondas…
Adiós. Se despide,
Carlos Fernando Pizarro P.